Libro 29. Peter Pan. J.M. Barrie.

Sinopsis
Peter Pan es un niño, que tras abandonar a su madre cuando tan solo era un bebé, dejó de crecer para convertirse en un niño por siempre jamás. Vive en el País de Nunca Jamás junto a los Niños Perdidos, la hada Campanilla y la tropa de piratas controlados por el Capitán Garfio. Pero todo niño, de vez en cuando echa de menos el calor y los cuentos de una madre, así pues, Peter invita a la niña Wendy Darling al País de Nunca Jamás para que sea la madre de su pandilla de “los niños perdidos”. Sus hermanos John y Michael también la acompañan en su mágica odisea.
A lo largo de la historia vivirán miles de aventuras fabulosas con las hadas, los indios, las sirenas y los piratas, entre ellas una confrontación con el enemigo directo de Peter, el pirata Capitán Garfio. Al final, Wendy decide que su verdadero espacio para vivir se encuentra en su hogar al lado de sus padres y por ello lleva a sus hermanos de regreso a Londres, mientras que Peter Pan se queda en Nunca Jamás, prometiendo a su compañera de juegos volver repetidamente a visitarla.
Un cuento ligerito y lleno de fantasía para olvidar la reforma hacendaria jaja este libro no había tenido la oportunidad de leerlo, me hubiera gustado hacerlo de niña y creo que me hubiera encantado! es tan lindo! y tan diferente de todas esas imágenes que tenía en la mente por la peli de Disney… que esa si vi de chiquita pero no me acuerdo jajaja
me gustó la aventura pero me dio tristeza el destino de Peter… el no querer crecer hizo que se perdiera toda la vida de adulto y aunque él creía que eso era lo mejor, nosotros los adultos sabemos de que hay cosas muy difíciles pero TAN satisfactorias… pero en fin…
campanilla me causaba mucha gracia jajaja y me hizo recordar una de las adaptaciones donde para revivir a las hadas tenías que decir “yo si creo en las hadas, creo, creo!”
cuotes:
- Las estrellas son hermosas, pro no pueden participar activamente en nada, tienen que limitarse a observar eternamente. Es un castigo que les fue impuesto por algo que hicieron hace tanto tiempo que ninguna estrella se acuerda ya de lo que fue. Por ello, a las más viejas se les han puesto los ojos vidriosos y rara vez hablan (el parpadeo es el lenguaje de las estrellas), pero las pequeñas todavía sienten curiosidad.