viernes, 15 de junio de 2012

Libro 19. La reina que vino de provenza. Jean Plaidy


Pues uno más de la saga, y esto me pone bastante triste porque significa que solo me queda uno L para terminarla… he disfrutado TANTO estos libros! De verdad que están escritos magníficamente! Y me han encantado! Que sigo buscando por la red más libros de esta increíble autora… es una forma tan sencilla de aprender historia! De hecho les tengo que presumir que el otro día entré en un debate con unos compañeros abogados y fue súper gracioso porque les conté toda la historia de Juan sin tierra cuando ellos pensaban que él se llamaba así por los tratados que había firmado… y yo supe contarles toda la historia jajaja fue muy gracioso porque no me creían y corrieron a buscar una biografía y se dieron cuenta que lo que les conté era cierto jajaja

He tenido algunos problemas con mi reader… se me anda rebelando mucho y eso me pone muy triste… por eso perdí los bookmarks de este libro L así es que los dejaré con el escrito del prologo… pero eso si! Les aseguro que es una pequeña joya este libro... y me dejo diciendo varias veces “pinches viejas… todo queremos jaja”

El conde de Provenza tuvo cuatro hijas. Todas hermosas pero pobres, sin dote. La suerte permitió que la mayor, Margarita, se casara con el rey de Francia. Leonor, la más hermosa de todas, estaba decidida a no ser menos. Ella no descansó hasta lograr casarse con Enrique, rey de Inglaterra.

Tan pronto Enrique se casó con la muchacha que vino de Provenza, se convirtió en su esclavo. Su única alegría era colmarla de regalos. Ello condujo a aumentar los impuestos y provocar el odio y la rebelión de los súbditos. Simón de Montfort encabezó la revuelta, se enamoró de la hermana del rey y se casó secretamente con ella.

A través de todos estos turbulentos años Enrique fue sostenido por el amor de su familia y, por sobre todo, de su reina. Leonor consiguió dominar a su familia y, por su intermedio, al país. La pobre muchacha que vino de Provenza se mantuvo firme junto al rey, incluso en los peores momentos, lo hizo un hombre feliz, a pesar de que casi lo hacer perder la corona.