domingo, 29 de junio de 2014

Libro 38. Signatura 400. Sophie Divry.

15044
sinopsis:
Ni siquiera tiene nombre. Y es que nadie habla con ella, como no sea para pedir libros en préstamo. Su consuelo: las buenas lecturas (siempre de autores muertos) y estar rodeada de seres incluso más tristes que ella.Se pasa los días ordenando, clasificando, poniendo signaturas. No pensaba ser bibliotecaria, pero abandonó las oposiciones por un hombre. Ahora el amor le parece una pérdida de tiempo, un trastorno infantil. Claro que el deseo es muy traicionero, y ella guarda unos pendientes en el cajón.Preferiría la sección de historia a la de geografía, allí en el sótano de una biblioteca de provincias, donde lleva la mitad de la vida, donde ya empieza a ser vieja, pero el anonimato al menos le concede pequeñas venganzas. De las que quizás solo ella se percata. Porque, además, en el orden de la biblioteca se cifran las jerarquías de la vida: la de los ricos y los pobres, los privilegiados y los subalternos, los que tienen un amor y los que no.Pero cuando no hay nadie, cuando la biblioteca está cerrada, incluso puede -y sabe- darle voz a su neurosis, a sus angustias, al vértigo del saber libresco. Y entonces descubrimos que los neuróticos pueden ser buenos narradores, cosa no tan evidente. Cosa que tal vez logran, sobre todo, los buenos fingidores, los escritores que dan vida a los buenos personajes.Sólo le queda, pues, la literatura. Para elevarse, dice ella. Los libros, los buenos libros. Y quizá, también, los buenos lectores, que van a la biblioteca en busca de algo más que calefacción o aire acondicionado, y que dan vida a las grandes historias, como el breve monólogo de esta mujer insignificante, que relata su desencanto con acritud y humor. ¿O es un diálogo? ¿O acaso la pregunta tiene sentido?El chocante título de esta cautivadora novelita, es un McGuffin referido a la clasificación Dewey que rige a todas las bibliotecas del mundo y según la cual los libros se catalogan siguiendo un sistema centesimal que elude a la signatura 400, pues, con la emigración de Religión y Lenguas a otros apartados hace unos años, quedó desierta.

Este libro me ha caído de lo mas mal! es una pobre bibliotecaria que habla sin parar!!!! y yo leía y decía ya por favor!!!! es un libro con malas criticas pero lo vi en el blog de bibliobulimica y le di la oportunidad pero ash no! no me gustó!!! terminé harta de escuchar a esta mujer que ni un respiro me daba jaja
y obvio entre tanto bla bla bla me perdí…. así es que ni memorable..,. hablaba de la nuca de un chico… bueno… la buena es que es bien cortito… pero aun así no lo recomiendo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario