lunes, 20 de febrero de 2012

Libro 7. La pareja Plantagenet. Jean Plaidy

Este año, tal parece que será el año de las sagas porque ya empecé otra jaja
Desde que leí la reseña de este libro en uno de mis blogs favoritos: bibliobulimica dije: tengo que leerlo jaja
A mi me encantan este tipo de historias… en Europa, donde habla de caballeros, campiñas, espadazos, jardines, caballos y demás… estoy casi segura que mi vida anterior fue así… me encanta también todo lo que se desarrolla en Inglaterra y Francia, sobre todo lo que gira alrededor de las monarquías y su historia… la dinastía Tudor me atrae de sobremanera… y como que es la más popular… así es que para mí fue maravilloso encontrarme con esta saga que cuenta la historia de la dinastía que reinó antes que los Tudor.

No me voy a poner a reseñar porque creo que bibliobulimica en su blog hizo un excelente trabajo…. Pero si les voy a contar que me encantó como esta niña Leonor hace gala de todo su poder con algo bien sencillito… el sexo… toda la historia es sobre eso… como se unen territorios a través de matrimonios, como incluso hasta las infidelidades influyen en el destino de una nación… y me parece fascinante como gente tan poderosa queda controlada por un instinto tan primitivo…

A continuación mis coutes favoritas

“Tenía que despedirse de sus hijas Marie y Alix. Ese era el único pesar que la agobiaba. La había sorprendido la profundidad de sus sentimientos hacia las niñas; pero sabía que ni siquiera ellas podían compensar la pérdida de Enrique; y se estremecía ante la perspectiva de pasar el resto de sus días con Luis sólo por las niñas, que pocos años más tarde debían casarse y abandonarla. No, tenía demasiada fuerza, excesiva sensualidad y mucho egoísmo de modo que no aceptaba consagrar su vida a otros”

“Leonor poseía todas las cualidades propias de una reina, siempre que tuviese un marido que supiese someterla. Cuando ella comprendiese que la voluntad del rey era ley, se sentiría bastante feliz con su matrimonio. Habría más hijos. Había demostrado que podía engendrar hijos, y Enrique no se oponía a tener una niña o dos. Eran excelentes peones en el juego de la política. Un matrimonio aquí y allá podrían consolidar una alianza mucho mejor que un convenio por escrito. Pero ella tenía que comprender que él era el rey, y que había que obedecerle. Ella era su reina, y se le debía cierto respeto; pero lo que se le otorgaba era por buena voluntad del monarca, y ella bien debía agradecérselo.Exigir esa actitud a Leonor era pedir mucho, y precisamente por eso la batalla entre ambos sería muy interesante.”

“La mujer ideal habría sido la que lo adorase, se le sometiese, le fuese completamente fiel, y contuviese su egoísmo personal a causa del deseo de servirlo. Había mujeres así. Se alegraba de que Leonor comprendiese que él no tenía la más mínima intención de serle fiel, que estaba dispuesto a vivir como un rey, extrayendo su placer donde tal cosa fuera posible, y que todos sus súbditos -desde la reina hasta el más humilde criado- debían comprender que ese era el modo propio del rey, y que ninguno debía atreverse a cuestionarlo.”

“¿Qué quieres saber de mi fe? -preguntó.- Quiero saber por qué tu rostro resplandece cuando hablas de tu Dios. Deseo saber por qué no temes a mi padre, y le hablas y discrepas como ninguno de sus servidores se atrevería a hacer- Confío en mi Dios -contestó Gilbert-. Si es Su voluntad, me protegerá. Si mi hora ha llegado, gozaré de la salvación eterna. Por eso no temo”

1 comentario:

  1. ¡así que te has enganchado a esta saga también! ¡muy bien! me alegra que hayas disfrutado de la lectura de este libro...
    besos

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