Leí varias reseñas de
este libro en varias páginas que lo alababan mucho… y aunque no me llamaba
mucho la atención lo descargue en el reader… 600 páginas WTF! Pero dije.. bueno
va… y no me arrepiento.
Es un libro inspirado en
los años treinta y más me gustó porque por esos días fui a una fiesta de esta
época y me caracterice jaja
Pues la historia trata de
una humilde costurera que por azares del destino termina siendo una gran
modista chic cosiendo para las principales señoras de los alemanes durante la
segunda guerra mundial, y termina siendo espía de los americanos.
La trama es muy buena… no
es predecible así es que te mantiene interesado… y a pesar de que son más de
600 páginas! Se me pasó como agua… me gustó!
Lo que más me gustó fue
como la vida de Sira la protagonista fue marcada profundamente por la aparición
de 4 hombres en su vida, su padre, su primer amor, su amor pasional y el amor
de su vida… y como ellos se aparecían continuamente cambiando el curso de su
vida…
Esta bueno… se los
recomiendo mucho… sobre todo porque mezcla personajes ficticios con personajes
de la vida real… como Rosalinda Fox, que era una americana amante de un alto político
español y que dicen los que saben que lo influencio para cambiar el rumbo de la
segunda guerra mundial…
Bueno pues si tienen un
ratito es un libro muy recomendable!
Cuotes:
“«Larga y escarpada es la
senda de la vida. No todos llegan hasta el ansiado final, allí donde esperan el
éxito y la fortuna. Muchos quedan en el camino: los inconstantes, los débiles
de carácter, los negligentes, los ignorantes, los que confían sólo en la suerte,
olvidando que los triunfos más resonantes y ejemplares fueron forjados a fuerza
de estudio, perseverancia y voluntad. Y cada hombre puede elegir su destino.
¡Decídalo!»”
“Sira, mi amor:
Antes de que sigas
leyendo quiero que sepas que te adoro y que tu recuerdo vivirá en mí hasta el
fin de los días. Cuando leas estas líneas yo ya no estaré cerca, habré
emprendido un nuevo rumbo y, aunque lo deseo con toda mi alma, me temo que no
es posible que tú y la criatura que intuyo que esperas tengáis, de momento,
cabida en él.
Quiero pedirte disculpas por mi comportamiento
contigo en los últimos tiempos, por mi falta de dedicación a ti; confío en que
entiendas que la incertidumbre generada por la ausencia de noticias de las
Academias Pitman me impulsó a buscar otros caminos por los que poder emprender
el tránsito al futuro. Fueron varias las propuestas estudiadas y una sola la
elegida; se trata de una aventura tan fascinante como prometedora, pero exige
mi dedicación en cuerpo y alma y, por eso, no es posible contemplar a día de
hoy tu presencia en ella.
No me cabe la menor duda de que el proyecto
que hoy emprendo resultará un éxito absoluto pero, de momento, en sus estadios
iniciales, necesita una cuantiosa inversión que supera mis capacidades
financieras, por lo que me he tomado la libertad de coger prestado el dinero y
las joyas de tu padre para hacer frente a los gastos iniciales. Espero poder
algún día devolverte todo lo que hoy adquiero en calidad de préstamo para que,
con los años, puedas cederlo a tus descendientes igual que tu padre hizo
contigo. Confío también en que el recuerdo de tu madre en su abnegación y
fortaleza al criarte te sirva de inspiración en las etapas sucesivas de tu
vida.
Adiós, vida mía. Tuyo siempre,
Ramiro
PD. Te aconsejo que
abandones Tánger lo antes posible; no es un buen lugar para una mujer sola y,
menos aún, en tu actual condición. Me temo que puede haber quien tenga cierto
interés en encontrarme y, si no dan conmigo, puede que intenten buscarte a ti.
Al dejar el hotel, trata de hacerlo discretamente y con poco equipaje: aunque
voy a procurarlo por todos los medios, con la urgencia de mi partida no sé si
voy a tener oportunidad de liquidar la factura de los últimos meses y jamás
podría perdonarme que ello te trastornara en manera alguna.
(que bueno que la quería!desgraciado!)
“—La primera Nochebuena
fuera del nido es muy requetejodida, pero hay que tragarse el sapo, chiquilla.
Aún recuerdo la mía, y mira que en mi casa éramos pobres como las ratas y
apenas hacíamos otra cosa en toda la noche más que cantar, bailar y darle a las
palmas, que de echarse al coleto poca cosa había. Con todo y con eso, la sangre
tira mucho, aunque lo que hayas compartido con tu gente no hayan sido más que
fatiguitas y miserias”
“—Todo pasará, Juan Luis, déle tiempo. Antes o
después, al final, todo pasa”
“La normalidad no estaba
en los días que quedaron atrás: tan sólo se encontraba en aquello que la suerte
nos ponía delante cada mañana.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario