
Es una novela donde la
protagonista es una malvada mujer egoísta que engaña a su marido, no está con
su hija en su cumpleaños y solo ve por su crecimiento personal y profesional
cuando le cae un lavabo de la estación espacial en la cabeza que la mata (WTF!)
y reencarna como hormiga!!! Y allí se encuentra con buda que le dice que tiene que
acumular buen karma para ir subiendo en la lista de la reencarnación y poder
ser humana otra vez… lo que consigue después de ser hormiga otra vez, becerro,
conejo, lombriz, escarabajo, etc. jaja
De esa manera consigue
estar cerca de su familia, aprender las lecciones que le faltaron para poder
llegar “a la luz” y el final… es francamente encantador… hasta la lagrimita me
sacó! Aunque toda la novela es realmente muy divertida, me encontré en varias
ocasiones riéndome tontamente con los argumentos… es una novela dominguera pero
divertida y al final la moraleja si te deja algo en que pensar… yo corrí a
besar y abrazar a mi hija…
Cuotes:
“—¿Y cómo sabe que soy
una mujer hermosa? —pregunté—. En este momento, no es que mi aspecto revele
mucho.
—Una mujer hermosa no lo
es por su aspecto, sino por su carácter”
“Con los años desarrollé
distintas estrategias para ganarme su atención: de pequeña intenté impresionarla
sacando buenas notas, sin éxito. De adolescente me rebelé. Y cuando comprobé
que a mi madre eso también le daba lo mismo, busqué mi amor en otra parte: en
Alex no sólo encontré a un amante, sino también a un amigo que me apoyaba. Su
caso era diferente, él venía de una familia muy protectora. Sus padres llevaban
felizmente casados más de veinte años, querían a sus hijos y siempre miraban
hacia el futuro con optimismo. En resumen, a mí me parecían criaturas de una
novela de ciencia ficción. Cuando comía con ellos, me sentía bien y mal a la
vez. Bien por la armonía. Mal porque siempre pensaba en la vieja cancioncilla
de «Barrio Sésamo»: «Una de estas cosas no es como las otras.”
“—¿Sabes qué me pasa en
el cole?
Sacudí la cabeza. Lilly
se tomó mi respuesta con naturalidad. A los niños no les extraña que los
animales les respondan. (En cambio, los adultos solemos preguntar nos: ¿puede
entenderme este animal?) Ahora lo sé: los humanos reencarnados en animal
pueden.”
“Desde la foto me miraba
radiante una mujer gorda que habría necesitado asistir urgentemente a una
reunión de grupo de Weight Watchers. Y tres niños gordos que habrían quedado de
perlas en los carteles de una campaña sobre «La obesidad y sus desastrosos
efectos». Pero: aquella familia, por mucho que físicamente estuviera pasada de
rosca, parecía bastante más feliz que la mía.
Y el camionero era un
hombre aún más feliz. Tenía una familia fantástica, un trabajo que le gustaba y
las canciones country que tarareaba alegre todo el camino.
Aquel hombre no
necesitaba ningún nirvana.
Tenía su vida.
Nunca habría pensado que
algún día envidiaría a un camionero”
“—¿Por qué dejaste que me
atropellaran? —le pregunté con acritud después de escupir un poco de paja.
—Tú eres la responsable
de lo que pasa en tu vida. Yo sólo me ocupo de las reencarnaciones”
“—Y Alex no se casaría
con Nina si supiera que usted aún vive.
—Sí, sí lo haría
—repliqué con tristeza—. Sabe que le engañé con otro hombre.
—Eso no es motivo para no
amar a alguien —dijo Casanova sonriendo.
—¿Qué? —pregunté con
asombro.
Créame, madame, me han
amado muchas mujeres que sabían que no les era fiel. Y yo también he amado a
muchas mujeres que me engañaban. Los celos no son un impedimento para el amor.
Me quedé atónita.
Casanova tenía una manera envidiable de arrimar las cuestiones morales sobre el
amor a una perspectiva grata para él”
“Nunca había querido a
nadie tanto como a Alex en aquella época.
Él fue el amor de mi vida:
podía decirlo con toda claridad, ya que mi vida había acabado hacia tiempo”
“Y también supe cuál era
la lección que, según Buda, aún tenía que aprender:
Los muertos también
tienen que saber desprenderse de las cosas”
“En aquel momento lo tuve
claro: Nina aprovecharía su oportunidad y disfrutaría de una vida familiar
feliz.
Una oportunidad que yo
también tuve cuando era humana.
Y que no aproveché.
Había malgastado mi vida
humana”
“—Ama a su esposa muerta.
—Gracias a Dios —dije
suspirando.
Nina me miró
desconcertada.
—Ejem, quiero decir
que... lo siento, claro.
—Siempre la amó más que a
mí, y sigue haciéndolo —explicó Nina.
Me costó horrores
reprimir una sonrisa.
—¡Y eso que era una
estúpida egoísta”
“Era maravilloso.
Mi familia me envolvía.
Dulce.
Cálida.
Amorosa.
La abracé y me fundí en
ella.
Dios, me sentía tan bien.
Tan protegida.
Tan feliz”
Que bonita historia, ojala yo no reencarne en gusano, seria mi muerte.
ResponderEliminarSaludos/
Sólo de leer tu reseña, me dieron ganas de comprar y leer el libro.
ResponderEliminarY curiosamente he estado platicando mucho con mi mejor amiga de cómo el karma nos ha estado persiguiendo.
Saludos!
Isela
www.elpesonuestro.com
Me encantó como describiste el libro.
ResponderEliminarTanto que ya decidí que tengo que comprarlo.
Saludos,
Isela
www.elpesonuestro.com