miércoles, 4 de abril de 2012

Libro 15. Maldito Karma. David Safier


La verdad es que no sé porque descargué este libro… quizá me llamó la atención la portada, el nombre… no lo sé.. El caso es q lo baje y lo cargue en mi reader sin ninguna expectativa porque no tenía ni la más remota idea de que era… y fue fabuloso!
Es una novela donde la protagonista es una malvada mujer egoísta que engaña a su marido, no está con su hija en su cumpleaños y solo ve por su crecimiento personal y profesional cuando le cae un lavabo de la estación espacial en la cabeza que la mata (WTF!) y reencarna como hormiga!!! Y allí se encuentra con buda que le dice que tiene que acumular buen karma para ir subiendo en la lista de la reencarnación y poder ser humana otra vez… lo que consigue después de ser hormiga otra vez, becerro, conejo, lombriz, escarabajo, etc. jaja 

De esa manera consigue estar cerca de su familia, aprender las lecciones que le faltaron para poder llegar “a la luz” y el final… es francamente encantador… hasta la lagrimita me sacó! Aunque toda la novela es realmente muy divertida, me encontré en varias ocasiones riéndome tontamente con los argumentos… es una novela dominguera pero divertida y al final la moraleja si te deja algo en que pensar… yo corrí a besar y abrazar a mi hija…

Cuotes:
“—¿Y cómo sabe que soy una mujer hermosa? —pregunté—. En este momento, no es que mi aspecto revele mucho.
—Una mujer hermosa no lo es por su aspecto, sino por su carácter”

“Con los años desarrollé distintas estrategias para ganarme su atención: de pequeña intenté impresionarla sacando buenas notas, sin éxito. De adolescente me rebelé. Y cuando comprobé que a mi madre eso también le daba lo mismo, busqué mi amor en otra parte: en Alex no sólo encontré a un amante, sino también a un amigo que me apoyaba. Su caso era diferente, él venía de una familia muy protectora. Sus padres llevaban felizmente casados más de veinte años, querían a sus hijos y siempre miraban hacia el futuro con optimismo. En resumen, a mí me parecían criaturas de una novela de ciencia ficción. Cuando comía con ellos, me sentía bien y mal a la vez. Bien por la armonía. Mal porque siempre pensaba en la vieja cancioncilla de «Barrio Sésamo»: «Una de estas cosas no es como las otras.”
“—¿Sabes qué me pasa en el cole?
Sacudí la cabeza. Lilly se tomó mi respuesta con naturalidad. A los niños no les extraña que los animales les respondan. (En cambio, los adultos solemos preguntar nos: ¿puede entenderme este animal?) Ahora lo sé: los humanos reencarnados en animal pueden.”

“Desde la foto me miraba radiante una mujer gorda que habría necesitado asistir urgentemente a una reunión de grupo de Weight Watchers. Y tres niños gordos que habrían quedado de perlas en los carteles de una campaña sobre «La obesidad y sus desastrosos efectos». Pero: aquella familia, por mucho que físicamente estuviera pasada de rosca, parecía bastante más feliz que la mía.
Y el camionero era un hombre aún más feliz. Tenía una familia fantástica, un trabajo que le gustaba y las canciones country que tarareaba alegre todo el camino.
Aquel hombre no necesitaba ningún nirvana.
Tenía su vida.
Nunca habría pensado que algún día envidiaría a un camionero”

“—¿Por qué dejaste que me atropellaran? —le pregunté con acritud después de escupir un poco de paja.
—Tú eres la responsable de lo que pasa en tu vida. Yo sólo me ocupo de las reencarnaciones”
“—Y Alex no se casaría con Nina si supiera que usted aún vive.
—Sí, sí lo haría —repliqué con tristeza—. Sabe que le engañé con otro hombre.
—Eso no es motivo para no amar a alguien —dijo Casanova sonriendo.
—¿Qué? —pregunté con asombro.
Créame, madame, me han amado muchas mujeres que sabían que no les era fiel. Y yo también he amado a muchas mujeres que me engañaban. Los celos no son un impedimento para el amor.
Me quedé atónita. Casanova tenía una manera envidiable de arrimar las cuestiones morales sobre el amor a una perspectiva grata para él”

“Nunca había querido a nadie tanto como a Alex en aquella época.
Él fue el amor de mi vida: podía decirlo con toda claridad, ya que mi vida había acabado hacia tiempo”

“Y también supe cuál era la lección que, según Buda, aún tenía que aprender:
Los muertos también tienen que saber desprenderse de las cosas”

“En aquel momento lo tuve claro: Nina aprovecharía su oportunidad y disfrutaría de una vida familiar feliz.
Una oportunidad que yo también tuve cuando era humana.
Y que no aproveché.
Había malgastado mi vida humana”

“—Ama a su esposa muerta.
—Gracias a Dios —dije suspirando.
Nina me miró desconcertada.
—Ejem, quiero decir que... lo siento, claro.
—Siempre la amó más que a mí, y sigue haciéndolo —explicó Nina.
Me costó horrores reprimir una sonrisa.
—¡Y eso que era una estúpida egoísta”

“Era maravilloso.
Mi familia me envolvía.
Dulce.
Cálida.
Amorosa.
La abracé y me fundí en ella.
Dios, me sentía tan bien.
Tan protegida.
Tan feliz”

3 comentarios:

  1. Que bonita historia, ojala yo no reencarne en gusano, seria mi muerte.


    Saludos/

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  2. Sólo de leer tu reseña, me dieron ganas de comprar y leer el libro.

    Y curiosamente he estado platicando mucho con mi mejor amiga de cómo el karma nos ha estado persiguiendo.

    Saludos!

    Isela
    www.elpesonuestro.com

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  3. Me encantó como describiste el libro.

    Tanto que ya decidí que tengo que comprarlo.

    Saludos,
    Isela
    www.elpesonuestro.com

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