jueves, 8 de marzo de 2012

Libro 11. El apocalipsis maya. Steve Alten


Pues como no me podía quedar con la curiosidad, ya leí y terminé con esta trilogía…
El libro está bueno… me gustó… aunque es un poco más largo que los anteriores está muy padre… pero a veces si medio enreda porque hay muchos viajes en el tiempo… pasado, futuro, pasados alternos etc,

Ya como por la pagina 200 no podía dejar de leerlo… estaba bien picada…. Jaja que si la nave espacial, que si el nexo… mil cosas… algo fumadas pero muy padres y coherentes..

Lo que más me gustó de esta saga es que se desarrolla mucho en México y Perú y no es la típica que pasa todo en EUA y terminan siendo los súper héroes… bueno si un poco pero todos los linajes vienen de culturas mesoamericanas

No hay mucho que platicar del libro así es que pasemos a las citas

“Miedo: Estado mental que induce ansiedad. La trepidación que antecede un resultado no deseado. El miedo es el mata-mentes que trastorna los aspectos más elevados de la actividad cerebral, avasallando al sentido común.
Se sostiene que el hombre moderno padece seis fobias básicas: miedo a la pobreza, a la vejez, a perder el amor, a las críticas, a la mala salud y, por supuesto, nuestro miedo más abrumador: el miedo a la muerte.”

“De cualquier modo, una vez más has demostrado la diferencia entre un político y un líder: éste antepone las necesidades del pueblo y aquél siempre está dispuesto a canjear las necesidades de la mayoría por los privilegios de unos cuantos.”

“«En un nivel metafísico, la luz es amor y la oscuridad es odio. El amor es la única arma que puede vencer a nuestro enemigo. Cuando Jacob se robó la herencia de su hermano, Esaú quería matarlo; la madre de Jacob se vio obligada a mandarlo al exilio. Cuando Jacob regresó, Esaú había adquirido más poder y comandaba un ejército. Pero en el momento en que los gemelos se vieron frente a frente, el amor de Jacob disipó el odio de Esaú y lo atrajo de nuevo hacia la Luz y Esaú perdonó a su hermano. En el fondo, Esaú aún amaba a su hermano, lo que significa que había Luz en él”

“El mal no existe, o al menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios. Es como la oscuridad y el frío, una palabra creada por el hombre para describir la ausencia de calor. Dios no creó el mal. El mal es el resultado de lo que pasa cuando el hombre no tiene el amor de Dios presente en su corazón. Es como el frío que llega cuando no hay calor, o la oscuridad que llega cuando no hay luz”

“—Tu alma no ha sido purificada. Lo que Jacob hizo en Xibalbá sólo fue retirar los velos de oscuridad que filtraban la Luz del Creador. Sí, quizá te transformaste en un ser capaz de amar pero también has cometido terribles actos de maldad en esta vida. Cada alma debe ganarse la plenitud antes de regresar a las dimensiones superiores; la plenitud no te puede ser conferida por un ángel ni por un gemelo Hunahpú difunto”

“—No me malinterpretes, no te digo que desistas. A veces nos cruzamos en nuestro camino con personas que necesitan nuestra ayuda, pero no sabemos cómo apoyarlas. Si bien su problema inmediato puede parecer importante, la causa de fondo de la mayoría de las situaciones es la ausencia de Luz en la vida de la persona.
—¿Cuando dices Luz te refieres a Dios?
Edith asiente con la cabeza. —Al ayudar a otros a reconectarse con Dios de hecho disipamos las tinieblas de nuestra propia vida, al tiempo que ayudamos a la otra persona a sanar desde la raíz del problema”

“—Les has dado todo y ni siquiera eso fue suficiente. La codicia los ha conducido al lado oscuro, donde abunda el caos. Y sin embargo podrían haberlo tenido todo: felicidad y realización eterna más alláde todas las riquezas.
—¿Cómo, Señor? ¿Cómo podrían haberlo tenido todo?
—Simplemente comprendiendo la verdadera prueba de la existencia: que fuimos creados para amarnos unos a los otros, que nuestra realización ocurre cuando tratamos a los demás con dignidad”

“—Transformación. Te sigues viendo a ti mismo como una víctima de la existencia. La salvación requiere de una conexión con las dimensiones superiores, una conexión con la Luz del Creador. Las víctimas no pueden acceder a esa energía, permanecen consumidos por el ego”

“—No es cuestión de ganar. El final del Quinto Ciclo es cuestión de que los seres humanos transformen su conducta negativa, reconociendo finalmente que todos somos chispas del alma colectiva. El amor, Devlin, puede transformar los más negros abismos del infierno en el cielo más deslumbrante”

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