viernes, 16 de mayo de 2014
Libro 28. Un matrimonio feliz. Rafael Yglesias.
sinopsis:
Enrique Sabas, guionista de cine, y su mujer, Margaret, diseñadora gráfica, tienen dos hijos y llevan una vida acomodada en Nueva York. Tras treinta años de matrimonio y alcanzada una estabilidad que parecía imposible, la pareja lleva tres años luchando contra el cáncer que ella padece y que ha entrado en fase terminal.
Margaret prepara su despedida de familiares y amigos ayudada por Enrique, quien durante estos últimos y extraños días va reconstruyendo la historia del matrimonio: la época en la que se conocieron, el desarrollo de sus vocaciones artísticas, el nacimiento de sus hijos, los altibajos de su relación… Los recuerdos de su vida en común y la intensidad de su despedida nos muestran la complejidad de una relación duradera.
En esta novela parcialmente autobiográfica, una de las sorpresas de la literatura norteamericana reciente y Premio Los Angeles Times 2009 a la mejor novela, Yglesias nos habla con valentía y sinceridad de temas universales: del amor, del dolor ante la proximidad de la muerte y del misterio que supone compartir la vida con otra persona.
He visto este libro muy recomendado en varios blogs y por eso decidí leerlo, la sinopsis describe muy bien de que va, la verdad que a mi también me ha encantado.
De lo mejor del libro es su estructura: un capitulo te cuenta la historia de como se conocieron y fueron creciendo en su relación y en el siguiente capitulo vives la desolación de la perdida de la batalla contra el cáncer, es como leer un capitulo de un cuento de hadas y uno de lo que pasa después del “felices para siempre”.
Me gustó mucho porque es una historia muy cruel y real, el hecho de estar perdiendo al amor de tu vida, ver como se consume día a día, pero la remembranza del pasado, de como surgió ese amor, lo hace muy llevadero, aunque aun así no puedo imaginar el enorme dolor que ambos personajes debieron de sentir.
Me dolió el corazón al leerlo, pero al final sabemos lo que va a pasar, sin embargo es un bonito paseo por el matrimonio de esta pareja donde ves que a pesar de las altas y bajas, al final hay que dejar los egos fuera y simplemente llegar a casa… Es un libro hermoso.
cuotes:
-Sabía que Dorothy no pretendía ser mezquina. Finalmente comprendió que Dorothy y Leonard eran emocionalmente retraídos, no fríos; su reserva no significaba que amaran menos.
- Margaret lo informó que Dorothy le había anunciado que a partir de ahora era importante que al final de cada conversación se acordaran de decirse que se querían, y que aquello inauguraba una nueva etapa en su relación. Serían francas y se dirían lo que pensaban—. Ha sido tan encantadora —dijo Margaret, y añadió con una sonrisa compungida —: Espero que sea verdad. Ya veremos.
A partir de entonces todas sus conversaciones finalizaron con un «Te quiero», pero mientras luchó por su vida Margaret fue incapaz de convertir a su madre en su confidente. Su madre tampoco se quejó por quedar al margen. La enfermedad no pudo curar sus diferencias, pero al menos llevó paz a su guerra.
- De pie en las sombras, se acordó de la esposa contenida de la que a menudo se había quejado, de la mujer sermoneadora de la que a veces había anhelado desesperadamente librarse, y en su cabeza resonaban unas palabras que golpeaban su alma como tambores, como si Dios le clavara en el suelo: Ella es buena. Es tan buena y dulce, y yo tan mezquino y amargado. Ella está llena de amor y yo estoy vacío sin ella.
- Leía mucho, mucho más que él, y tenía criterio con los libros. Pero a Margaret le daba igual que fueran originales o profundos; leía para entretenerse.
- Todo ese tiempo había estado equivocado. Margaret había querido decirle adiós. Se había asegurado de decirle adiós, un adiós elocuente. Había conseguido decirle, a pesar de todos los obstáculos que la naturaleza y los seres humanos le habían puesto, que el amor de ella y el de él habían sobrevivido.
- Dichosos los hombres que aman
a la mujer con la que se casan,
pero más dichoso aquel que ama
a la mujer con la que está casado.
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