Sinopsis. Enrique III había muerto y su hijo Eduardo, llamado "piernas
largas", a causa de su esbelto físico y largas extremidades, viajaba desde
Tierra Santa a tomar la corona. Algunos decían que Leonor, su esposa, le había
salvado la vida, chupándole el veneno de una herida causada por un asesino.
Eduardo era un hombre de
fuerte voluntad y trabajador infatigable. Era el rey que necesitaba el país. Su
debilidad era su amor por su familia, en particular, por sus hijas, Leonor, la
mayor y su preferida, gozaría de una fugaz felicidad antes de la tragedia;
Juana se casaría contra la voluntad de su padre; Margarita se vería obligada a
aceptar los hijos bastardos de su marido libertino; María fue obligada a entrar
en un convento e Isabel aceptaría un primer matrimonio por razones de Estado, después
haría su voluntad.
Sin duda la fuente de
mayor ansiedad para el rey era su hijo y heredero: el joven Eduardo. El
príncipe vivía rodeado de compañeros de dudosa moralidad, en especial Piers
Gaveson que lo dominaba por completo.
Eran tiempos difíciles y
la mayor ambición del rey era unir bajo su cetro los reinos de Inglaterra
Escocia y Gales. Eduardo dominó su época. Fue un gran gobernante, fuerte,
justo, cruel cuan él lo consideraba necesario, vulnerable sólo frente a su
familia. El surge en la historia como uno de los más grandes reyes de
Inglaterra. Su tragedia fue morir sabiendo que su obra quedaba inconclusa y que
la corona debía pasar a un hijo disoluto.
Un libro más de esta
maravillosa saga y el último porque ya no he encontrado los demás… muy
interesante conocer tanto sobre la vida de la realeza hace mas de 800 años, en
este libro habla sobre el Rey Eduardo I, su consorte, su reinado y como peleó
contra los galeses para hacerse de ese territorio y contra los escoceses,
aunque murió antes de conquistarlos.
Una vez más veo la vida
de las princesas y como son utilizadas para hacer alianzas y movimientos de
estado mediante su matrimonio… y ya no quiero ser princesa jajaja, aquí cuenta
la historia de la princesa Leonor (la primogénita de Eduardo) y sus
aspiraciones a ser reina… q se vinieron abajo con el nacimiento del sano
Eduardo II, así es que a sus veintitantos (ya muy grande) la casaron como a
cualquier princesa… buu
Pero mención especial es
la princesa Juana de Acre… que mujeron! Caprichosa, inteligente, sabía como
manejar a los hombres, a su padre y marido a su mejor conveniencia…
La historia me gustó…
aunque siento que por momentos se desvío demasiado de la historia de Eduardo
para hablar sobre todo lo que pasaba en Gales y en Escocia… sobre todo en esta última,
que cuenta la historia de Sir Wallace que estaba empeñado en liberar a Escocia
del régimen de Eduardo y cuentan toda su historia con algunos detalles que
encontré como mas paja que nada… pero bueno…
Y hablando de Gales, la
forma en que los retuvo fue wow! Resulta que los caballeros galeses no querían ser
gobernados por un inglés, así es que le pidieron al rey que les diera un
soberano Gales y que hablará su mismo idioma… casualmente unos días antes su
hijo Eduardo II había nacido en Gales, el rey tomó a su hijo y lo presentó ante
los caballeros galeses, tenía allí a un niño galés y que sus primeras palabras
serían en ese idioma… a los caballeros no les quedó más que jurar lealtad al
pequeño príncipe de Gales… eso es ser inteligente o que! jaja
Muy recomendable!
cuotes:
*Recordó que había ido allí a menudo para observar a los trabajadores. "Debe estar terminado antes de que concluya el verano" había dicho Enrique. "Si tienes que contratar a un millar de trabajadores por día, lo ordenaré". "El costo, señor mío... “habían gimoteado ellos. ¡Con cuánta impaciencia Enrique escuchaba esas quejas contil1uas sobre el dinero! Había hecho caso omiso de esas excusas. El pueblo pagaría. Por qué no. Los mercaderes de Londres eran ricos y siempre se podía echar la mano sobre los judíos. "La gente no tiene alma" había dicho Enrique a su esposa. "Se preocupan siempre por el dinero.
* La pareja real llevaba puestas las coronas que acababan de ser colocadas sobre sus cabezas, y Eduardo susurró a su reina que se preguntaba cómo hacía ella para sostener la suya; esperaba que no le resultara demasiado incómoda. Ella le aseguró que la podía soportar, y se sintió abrumada por la emoción al pensar cuán afortunada era; no le importaba convertirse en la reina coronada de ese país sino el hecho de tener semejante esposo.
* Eduardo ordenó que se mataran varias ovejas, para envolver al muchachito en sus pieles. Se consideraba bueno para quienes padecían de ataques de escalofríos, porque se creía que el calor animal proveería aquello de lo cual carecía una persona enferma. Se hicieron nuevas imágenes de cera de su cuerpo y se llevaron a varios santuarios, para ser colocadas allí y quemadas en aceite consagrado. Se contrató a un centenar de viudas pobres para que rezaran vigilias enlas iglesias por su recuperación. Los médicos lo atendían de una manera constante, y la reina o la reina madre se mantenían en vela en su cabecera.
* El rey amaba profundamente a sus hijas, y alguien dijo que no deseaba tanto a un muchacho porque estaba enamorado de su hija mayor y hubiese deseado veda en el trono Eso no podía ser exacto. Por más que la amara y la admirara, se alegraría de tener un varón. Sólo porque la consideraba como una posible suplente le daba tanta importancia.
* Su tío, un hombre que amaba la paz, lo advertía:
—Lo que deba ocurrir ocurrirá. No tiene sentido despotricar contra el destino
cuotes:
*Recordó que había ido allí a menudo para observar a los trabajadores. "Debe estar terminado antes de que concluya el verano" había dicho Enrique. "Si tienes que contratar a un millar de trabajadores por día, lo ordenaré". "El costo, señor mío... “habían gimoteado ellos. ¡Con cuánta impaciencia Enrique escuchaba esas quejas contil1uas sobre el dinero! Había hecho caso omiso de esas excusas. El pueblo pagaría. Por qué no. Los mercaderes de Londres eran ricos y siempre se podía echar la mano sobre los judíos. "La gente no tiene alma" había dicho Enrique a su esposa. "Se preocupan siempre por el dinero.
* La pareja real llevaba puestas las coronas que acababan de ser colocadas sobre sus cabezas, y Eduardo susurró a su reina que se preguntaba cómo hacía ella para sostener la suya; esperaba que no le resultara demasiado incómoda. Ella le aseguró que la podía soportar, y se sintió abrumada por la emoción al pensar cuán afortunada era; no le importaba convertirse en la reina coronada de ese país sino el hecho de tener semejante esposo.
* Eduardo ordenó que se mataran varias ovejas, para envolver al muchachito en sus pieles. Se consideraba bueno para quienes padecían de ataques de escalofríos, porque se creía que el calor animal proveería aquello de lo cual carecía una persona enferma. Se hicieron nuevas imágenes de cera de su cuerpo y se llevaron a varios santuarios, para ser colocadas allí y quemadas en aceite consagrado. Se contrató a un centenar de viudas pobres para que rezaran vigilias enlas iglesias por su recuperación. Los médicos lo atendían de una manera constante, y la reina o la reina madre se mantenían en vela en su cabecera.
* El rey amaba profundamente a sus hijas, y alguien dijo que no deseaba tanto a un muchacho porque estaba enamorado de su hija mayor y hubiese deseado veda en el trono Eso no podía ser exacto. Por más que la amara y la admirara, se alegraría de tener un varón. Sólo porque la consideraba como una posible suplente le daba tanta importancia.
* Su tío, un hombre que amaba la paz, lo advertía:
—Lo que deba ocurrir ocurrirá. No tiene sentido despotricar contra el destino
Muy interesante esta saga.
ResponderEliminarme alegró que la disfrutaras ¿sabes que otra es buenísima y super adictiva? la de los reyes de hierro...¡vale la pena!
ResponderEliminarte recomiendo la serie de los reyes de hierro...también va a gustarte si has disfrutado con estos...voy a ver si ahora si me deja poner mi comentario tu blog (que se porta super mal ehhhh, acuso)
ResponderEliminarun beso,
Ale.